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Alma Misionera (Canción del Misionero)



Señor, toma mi vida nueva,
antes de que la espera,
desgaste años en mí.

Estoy dispuesto a lo que quieras,
no importa lo que sea,
Tú llámame a servir.

ESTRIBILLO:

Llévame donde los hombres
necesiten Tus palabras,
necesiten mis ganas de vivir.

Donde falte la esperanza,
donde falte la alegría,
simplemente por no saber de Ti.

Te doy mi corazón sincero,
para gritar sin miedo,
Tu grandeza Señor.

Tendré mis manos sin cansancio,
Tu historia entre mis labios,
y fuerza en la oración.

ESTRIBILLO.

Y así, en marcha iré cantando,
por calles predicando
lo bello que es Tu Amor.

Señor, tengo alma misionera,
condúceme a la tierra
que tenga sed de Dios.

ESTRIBILLO.
(2 veces).

La Canción del Carpintero



Mientras te acuno en mis brazos,
entre lágrimas de amor,
es que a veces no comprendo,
este pobre corazón.

Y pensar que había pensado,
abandonarla en secreto,
de no haber sido por el Ángel,
y de lo que dijo en aquel sueño.

Si todavía me cuesta creer,
que se haya fijado en mí el cielo.
Espero sepas comprenderme,
yo sólo soy un pobre carpintero.

Aquí cuidando de Tu Madre,
y contigo aquí en mis brazos,
soy más feliz que el hombre más feliz,
que la tierra haya pisado.

Pero está tan fría esta noche,
estamos tan lejos de casa.
¡Ay Dios, qué raros son tus planes!
dije a la noche estrellada.

Hubiera querido darte,
un palacio y no este agujero,
pero Tú sabes, no hay lugar
para el Hijo de Carpintero.
Y te cantaré canciones,
de nuestro pueblo y su cansancio,
inclinado ante la cuna,
que haré con mis propias manos.

Cuando crezcas, cada noche,
te contaré historias de sembradores,
de semillas, de tierra fértil,
de ovejas perdidas y de pastores.

De un hombre que encontró un tesoro
y por Él lo dejó todo,
y así sabrás cuánto te quiero,
y que aquel hombre es este carpintero.

Y te veré crecer despacio,
en cada primavera,
te hablaré de nuestro Dios,
te enseñaré lo que pueda.

Éste es el hombre que soy,
eso es todo lo que puedo darte,
no tengo oro, ni plata,
sólo un corazón para amarte.

El que sólo entiende
de clavos y madera,
el que por Ti daría,
daría su vida entera.

Es que por Ti daría...
mi vida entera.

A la huella, a la huella (La Peregrinación)



A la huella, a la huella,
José y María,
por las pampas heladas,
cardos y ortigas.

A la huella, a la huella,
cortando campo,
no hay cobijo ni fonda,
sigan andando.

Florecita del campo,
clavel del aire,
si ninguno te aloja,
¿adónde naces?

¿Dónde naces florcita,
que estás creciendo?
Palomita asustada,
grillo sin sueño.

A la huella, a la huella,
José y María,
con un Dios escondido,
nadie sabía.
A la huella, a la huella,
los peregrinos.
¡Préstenme una tapera,
para mi Niño!

A la huella, a la huella,
soles y lunas,
los ojitos de almendra,
piel de aceituna.

¡Ay burrito del campo!
¡Ay buey barcino!
¡Mi Niño está viniendo,
háganle sitio!

Un ranchito de quincha,
sólo me ampara,
dos alientos amigos,
la luna clara.

A la huella, a la huella,
José y María,
con un Dios escondido,
nadie sabía.

En cada Hogar un Belén



Que vengan las madres,
que vengan los hijos,
que acudan el buey y el pastor,
que vayan llegando mayores y niños,
el músico y el director.

Que venga ese ángel,
que cuida un enfermo,
que acudan obrero y patrón,
que venga el parado que busca trabajo,
el juez, el cartero, el actor.

Tú también, yo también,
todos juntos a hacer un Belén.

ESTRIBILLO:
En cada hogar un Belén,
y nosotros en él,
compartiendo alegría.

Pon en tu hogar un Belén,
que contagie de Paz
al Belén de la Vida.

Recordaremos en él,
a los que ahora no están,
pero nunca se olvidan.
Y así podremos hacer,
que parezca que es,
Navidad cada día.


Que vengan los pobres,
que vengan los ricos,
que avisen al pescador.

Que acudan cajeras,
que vuelva de fuera
aquél que hace tiempo marchó.

Que vengan los médicos, las enfermeras,
alumnos y algún profesor,
que acuda el taxista y las costureras,
el técnico y el conductor.

Tú también, yo también,
todos juntos a hacer un Belén.

ESTRIBILLO.
(2 veces).

Y así podremos hacer,
que parezca que es,
Navidad cada día.




Nuestro agradecimiento a Ángel, un músico que ha querido colaborar con el blog facilitándonos los acordes de esta canción. ¡Gracias por ayudarnos!

Hacia Belén va una burra (Rin, Rin)



Hacia Belén va una burra...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Cargada de chocolate.

Lleva su chocolatero...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Su molinillo y su anafre.

María, María, ven acá corriendo,
que el chocolatillo
se lo están comiendo.

María, María, ven acá volando,
que el chocolatillo
se lo están llevando.

En el Portal de Belén...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Gitanillos han entrado.

Y al Niño que está en la cuna...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Los pañales le han robado.
María, María, ven acá volando,
que los pañalillos,
los están robando.

María, María, ven acá volando,
que los pañalillos,
los están llevando.

En el Portal de Belén...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Han entrado los ratones.

Y al bueno de San José...
Rin, rin.
Yo me remendaba, yo me remendé,
yo me eché un remiendo,
yo me lo quité.
Le han roído los calzones.

María, María, ven acá corriendo,
que los calzoncillos,
los están royendo.

María, María, ven acá corriendo,
que los calzoncillos,
los están royendo.